Mi opinión

18.09.2020

PT

Soy un hombre de izquierda de toda la vida. Mi padre, exiliado chileno que salió de su país obligado por la represión que vivió en carne propia por la dictadura militar que derrocó al presidente socialista Salvador Allende, me inculcó los valores de la justicia social, la libertad y la solidaridad entre pueblos y ciudadanos.

Desde los 14 años me inscribí en la lucha por la democratización de México iniciada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo y otros tantos personajes que, víctimas del fraude electoral en 1988, emprendieron la defensa de la democracia por la vía pacífica, creando una fuerza política que logró avances importantes como ganar el Gobierno de la Ciudad de México, triunfo que se refrendó durante dos décadas.

Hoy los tiempos en el país han cambiado. Las viejas formas de hacer política se resquebrajan. Ese es un síntoma que debemos aquilatar, pero sobre todo impulsar y coadyuvar para renovar con nuevas perspectivas y paradigmas.

El avance electoral que ha vivido el país, aún no se corresponde en cuanto a logros sociales y de igualdad para la gran mayoría de la población. La pobreza y la inequidad siguen siendo asignaturas pendientes.

Teniendo como premisa esa historia personal, fue como decidí continuar mi carrera política militante incorporándome al Grupo Parlamentario y al Partido del Trabajo (PT), organización política de izquierda que desde el año 2000 acompañó un proyecto que en 2018 alcanzó su consolidación; ganar, pacíficamente, la primera magistratura del país.

El PT, con tres décadas de lucha en la vida de México, tiene una historia que no ha sido nada fácil, en un sistema de partidos cerrado que se niega a perder privilegios. Es lamentable que la apertura democrática del país haya pretendido ser secuestrada por organizaciones políticas tradicionales que se encontraban "cómodas" con el status quo, y volteaban la mirada para no ver las carencias que en el país se acumulaban.

Estoy convencido que en el 2018 llegó la hora de las izquierdas. De romper inercias y renovar la vida política del país, construyendo políticas de beneficio en favor de los menos favorecidos. Es el momento de dar continuidad a la lucha y en ese esfuerzo quiero contribuir con mis modestos esfuerzos.

Me sumo al PT para luchar por un cambio para y con la gente. Apoyar las reivindicaciones de las mujeres, de los niños, las personas de la tercera edad, los jóvenes y de los hombres libres de México. Me uno para continuar la lucha por un México con igualdad y con justicia social.

Artículo original en: https://www.24-horas.mx/2020/09/18/pt/

© 2020 Mauricio Toledo. Derechos Reservados
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